Te sigo recordando

En la oscuridad de la noche, siendo las dos de la mañana, habiéndome tomado unos tragos hace unas cuantas horas y teniendo aun los efectos de ellos en mi torrente sanguíneo, escribo estas líneas.

Escribo estas líneas para demostrar mi dolor, mis sentimientos que me he estado ocultando por siete días, 168 horas, toda una semana entera, desde que recibí esa llamada infernal, esa espantosa noticia que me desgarró el alma y me dejó en el borde del abismo.

Y aquí estoy, escribiendo y escribiendo, con los ojos aguados, todavía aguantándome las ganas de llorar, sabiendo que no la he llorado lo suficiente, todo porque tengo que ser el fuerte de la casa, el que nunca flaquea, el sostén de mi mamá, que cada vez se siente peor y necesita a alguien fuerte a su lado, que la ayude a salir adelante sin que la nadie se la ponga más difícil de lo que ya es.



Porque es muy difícil, sólo imaginable cuando ya has perdido a alguien. Cuando sabes que esa persona no estará a tu lado nunca. Jamás te abrazará, te hablará, te bendecirá... mas nunca podrás volver a escuchar sus historias, o recibirás un cariño de su parte, una mirada de comprensión, un bocadillo a mitad de la tarde, una defensa ante tus padres cuando ellos te castiguen... ya nunca más la tendrás físicamente contigo.

Te extraño muchísimo, me haces demasiada falta... sé que después de tu accidente no estuve tan a tu lado como debería haber estado. Me siento fatal porque creo que te abandoné desde ese entonces. Y aunque me digan lo contrario, se que fue así... yo, que solía regresar de la calle y me acercaba a la cocina donde tu siempre estabas, para pedirte la bendición, para decirte como me fue ese día, para preguntarte como estabas y que habías echo. Esa costumbre la descuidé.

Pero se me hacia muy difícil verte en ese estado, tan convaleciente, con ese problema en tu memoria, recordando el nombre de todos en la casa, pero confundías el mío. No te culpo, los ACVs causan esos efectos, pero me dolía saber q no me recordabas. Tú, que yo había sido tu confidente antes, que era tu murrucuchito bello como solías decirme cuando yo era bebé, ¡no te acordabas de mi propio nombre!

No saben lo difícil que es ver a un familiar en ese estado, y si lo saben comprenderán que no es sencillo salir de esa...

Pero es que te nos fuiste de esa forma, tan rápida, sin apenas despedirte correctamente... aunque sé que sí me dijiste adiós en mi sueño... Justo la noche en que yo soñaba contigo, tú soñabas con alguien más, le dijiste a mi tío que era con su otro hijo, pero estoy convencido que era yo el que estaba en tu mente. ¡Otra vez tu problema con la memoria!

Pero que arrecho, ¿no? soñar con un familiar, buscar por Internet el significado de tu sueño y saber desde temprano que esa persona estaba susceptible a cualquier cosa ese mismo día, pero lo peor de todo es no decir nada... yo nunca le dije a mi mamá que temía por mi abuela, pero quizás eso no hubiera servido por nada, ya que las cosas pasan por alguna razón.

Hay mi vieja, mi viejita... Al menos tenemos el consuelo que fue en paz, que te nos fuiste sin ninguna exaltación, ni que sufriste a la hora de tu despedida. Observé su cuerpo inerte sobre la cama del hospital y supe que te habías ido dormidita, y aunque fue lo más fuerte que he visto y no pude contener mis lágrimas, traté de relajarme para que mi mamá no me viera en ese estado.

Les miento, lo más fuerte que he visto no ha sido eso. El ver tu cuerpo en el hospital no se acerca en lo más mínimo a lo más fuerte que he visto. Y eso ha sido verte en la funeraria, ya más pálida, acostada en esa fría camilla metálica... nunca lo podré olvidar.

Cuando mi mamá decidió que quería que te incineraran y que no te íbamos a velar, no pude estar más de acuerdo con ella. Ya el dolor era muy grande y alargarlo más no lo iba a reducir. Ese día fue horrible, el crematorio espantoso, pero finalmente, como en una hora, tus restos yacían en el fondo del cofrecito de madera que nos entregaron. La biblia dice: En polvo eres y en polvo te convertirás... Yo no creo en la biblia, pero tus cenizas sí están con nosotros. Al menos hasta que mi mamá decida soltarlas en algún mar, océano o río bonito que le parezca apropiado para darte tu último reposo.

Y sin embargo, yo opino que todos somos energía, energía que nos hace movernos, que nos hace actuar, pensar, vivir... Y como el principio básico de la física: “La energía no se crea ni se destruye, se transforma”; entonces estoy seguro que tu energía no murió, sino que se fusionó con el de todos nosotros, tu familia, los que más te amamos y te seguimos queriendo. Te siento aquí, conmigo, acompañándome, siendo una parte de mí mismo.

Ya mis lagrimas se han derramaron lo suficiente este día. Voy a finalizar esta nota, no sin antes decirte: te quiero mucho, mi linda abuelita. Jamás olvidaré todo lo que tú me enseñaste. Siempre estarás en mi mente y nunca te defraudaré. Sé que los dioses se habrán encargado de reencarnar tu alma, y que la criatura más bella que haya nacido, seguramente serás tú, y que vivirás una nueva vida más grandiosa que la anterior, porque tú diste demasiado por todos nosotros, y esas cosas se saben reconocer después.

 

1 Persona ha comentado la nota de LaSk Te sigo recordando

  1. Ralkm Says:
    Que tu abuela no te reconozca por un ACV, por qué me sonará la historia? u.u

    Qué te puedo decir sobrino? No creo que mucho, las palabras sobran y las frases son vanas y clichés en momentos así U.U No lo ocultes todo tras una sonrisa falsa y un "estoy bien" cuando sabes que no es así, termina siendo peor, aunque supongo que en el fondo lo sabes.

    Ánimo =), es lo único que puedo desearte