LaSk World

He aquí la 2da y última parte de la bitácora de un FDT. Justamente el post "malo", "negativo", o como quieran llamarlo.

10 am

Se suponía que todo iba a comenzar a las 9am, pero se dieron las diez y aún no entraba el público al teatro. Me encontré con muchos Slytherins que no iban a participar en el acto, pero no me quedé con ellos sino que me dirigí donde estaban los Huff ya que ese fin de semana estaba apoyándolos a ellos. No he de negar que había estado esperando ese FDT para poder ver lo que todas las Casas habían preparado, pero básicamente quería ver los actos de los Sly y el de los Gryffindors, ahora participaría (aunque sea de sólo logística y musicalización) con el de los Huffs. Pero justo cuando los tejones y yo logramos entrar al teatro, nos dimos cuenta de la cruel realidad que íbamos a enfrentar: nosotros no veríamos ningún acto ya que no estaríamos en el público sino detrás de todos los telones (casi escondidos) para que todos creyeran que no nos íbamos a presentar.

11 am

Ya mentalizados en que no veríamos nada, nos pusimos a preparar las cosas que nos faltaban, cuando de repente escuchamos la ovación del público por haber comenzado el finalmente el FDT. Gryffindor comenzaría el acto, le seguiría Slytherin, los Ravenclaws serían los terceros y los Hufflepuffs cerrarían el espectáculo. Ya los representantes de los Valientes estaban en escena, y justo cuando ya estábamos lamentando no estar en el público… ¡PAF! La luz se fue en el teatro.

11:30 am

El corre-corre comenzó. Se recibieron las notificaciones que el apagón había sido en varios estados, pero el servicio se podría reestablecer de un momento a otro. Los encargados del teatro nos dijeron que lo más sensato era suspender esa función y pasarla para otro día, aunque también podíamos esperar. Se optó por la segunda opción. Mientras tanto, nosotros nos pusimos en el backstage preparando todo lo que nos faltaba, como reensamblar la Dama de Hierro, la guillotina y la batería de utilería.

Entre 12:30 y 1:30 pm

Mentiría si les dijera que recuerdo la hora justa en que regresó la luz, pero eso no importa mucho, lo que importa es que en el momento en que volvió, un suspiro de felicidad, angustia y temor se apoderó de todos los que se iban a presentar –sobretodo a los Gryff, ya que eran los primeros-. Nosotros, por nuestro lado, le dimos full chola a todo lo que faltaba, como el maquillaje, los trajes y reestructurando un poco la presentación, ya que debido al apagón, el tiempo para cada grupo iba a ser menor.

Alrededor de las 2:30pm

Los Sly se montaron en escena, y en ese momento olvidé toda colaboración que les estaba prestando a los Huff y me fui a ver a mi Casa presentarse. Eso no me lo iba a perder, sobretodo cuando fui yo uno de los principales creadores de la idea original del Conciurtis. Desde antes de comenzar la 7ma temporada yo quería hacer algo con Los Cuentos de Beedle el Bardo, y cuando oí que volveríamos a presentar un Conciurtis, pensé: “¿Por qué no lo hacemos con el cuento de El Corazón Peludo del Hechicero?”. Y de ahí comenzó todo. Ver presentarse a mis compañeros de Casa, verlos montar lo que yo en algún momento imaginé, ver la historia, oír las canciones y ver las coreografías que en un tiempo ensayé, hicieron que me entrara una sensación de nostalgia. Pero puedo decir que –a pesar de los errores y detalles que ellos presentaron-, yo pude estar muy orgullosos de mis chicos y que disfruté del espectáculo. Cuando sacaron el ataúd yo pensé “WTF!!!” al igual cuando Daniel le quitó el corazón a Carlos en la canción de My Chemical, eso fue lo máximo.

A eso de las 3:20 pm

Los Ravens empezaron a montarse y el teatro tenía que ser entregado a las 4pm, máximo a las 3:30 teníamos que estar terminando los conciertos para que diera oportunidad de limpiar y arreglar la sala para la función que venía después. Ahí fue cuando empezaron los problemas serios. Yo fui llamado para la Sala de Sonido donde Mario me dio las instrucciones del orden de las canciones de nuestro FDT, y desde esa cabina pude apreciar el espectáculo de los Azules. Justo a las 3:35, el señor que controlaba el sonido entró en el cuarto y desconectó todos los micrófonos, dijo que había recibido las órdenes de la gerente del teatro para apagar el sonido y, de esa forma, obligarnos a nosotros a dar por finalizada la jornada. La misma gerente en persona se presentó donde estábamos para ratificar esa información y para mandar a cerrar las cortinas. Yo me salí del cuarto todo enfadado ya que no les habían dado la oportunidad al cuarto grupo de presentarse, me fui a reunirme con los tejones y me detuve en el escenario, donde los Ravens aún seguían cantando a capella, y vi como algunos miembros de esa casa contenían los telones para que no se los cerraran. Un miembro de la seguridad del teatro se subió y –con violencia- los obligó a soltar las cortinas hasta que finalmente se cerraron, ocultando todo el ambiente hostil y desolado que dejaba atrás.

4:00 pm

Afuera del teatro se formó un pandemonium. Llantos, discusiones, gritos, motorizados, amenazas, se oían por doquier. Yo estaba reconfortando a Rosa, que estaba muy mal, y no sabía mucho cómo reaccionar. A los minutos todos los que estaban a mi alrededor se alejaron sumándose a otros grupos para seguir compartiendo sus sentimientos de injusticia, y me sentí sólo por primera vez en ese día. En la calle, a pocos metros, estaban los Sly quienes no perdían los ánimos y pusieron las canciones a todo volumen y en frente de todos empezaron a hacer las coreografías una vez más –como siempre solíamos hacer después de un FDT-, solo que esta vez yo no estaba ahí con ellos. Me sentí realmente solo, como si no encajase ahí. Los Sly muy felices por su lado, los Huff tristes por otro, Gryff y Raven por sus lados, Gerardo y Rosa estaban en no-sé-donde, y yo, ahí, en medio de todo y sin pertenecer a ninguno. Cuando Migyuri se sentó a mi lado y me preguntó qué me pasaba, no pude aguantar. Mis lágrimas se derramaron sin reparo y un nudo en mi garganta se formó. No podía hablar y Mig creía que estaba así por lo que pasó en el FDT, pero yo como pude le dije que no era por eso, que eran cosas mías. Era cierto, tantas cosas, acumulándose y acumulándose por tanto tiempo, terminaron saliendo en ese momento.

5:30 pm

Ya recuperado, un grupo muy mixto conformado por miembros de las cuatro casas nos fuimos caminando para el Tolón, el grupo se dividió una vez más ya que unos se iban a quedar comiendo y otros nos íbamos directo para el Metro. Me despedí de los que se quedaban y me alejé de ahí. Con cada paso que daba entraba en mi conciencia que mi salida de la Fundación Círculo de Lectores HP Venezuela era definitiva, ya no habría opción de regresar.


Epílogo

En este fin de semana que la pasé con los tejones, he comprendido muchas cosas. He comprendido lo que es la perseverancia de una Casa con pocas personas pero mucho corazón; he comprendido que no soy invisible para todo el mundo, y que hay gente que saben que yo estoy ahí para ayudar, para apoyar; he comprendido que hay individuos que uno no les importa para nada, y que aunque nos hayamos conocido hace mucho tiempo y aunque hayamos compartido Casa, pueden llegar a sacar el culo sin importar los sentimientos de los demás; y a parte de todo eso, también he comprendido que hay muy pocas personas que en verdad sí son mis amigos, y que me apoyan aunque yo haya metido la pata y haya hablado de más sin pararme a analizar lo que siento en verdad.

Y con referencia a mi estadía en el Círculo, ya no hay nada que me pueda hacer cambiar de opinión. He visto que mis Sly pueden brillar solos (quizá esa sea la mayor de las razones de mi abandono), y sé que mi ciclo en el Circulo ha terminado. Cumplí mis 7 temporadas, aprobé mis TICMOS y mis ECXTASIS, me gradué junto con mi cuervina amiga Natalia, y finalmente llegué al final. Ahora sólo debo descansar, retomar mi vida tal y como la dejé antes de entrar a la Fundación, y restablecer amistades que abandoné hace ya un tiempo. Pero descuiden, me seguirán viendo por el Facebook –hasta que me harte de esa página-, seguiré en contacto con los amigos que sí pude mantener, y por supuesto me seguirán viendo en los estrenos de las películas que aún faltan por lanzar. Pero mientras tanto…

Au revoir…